Te la pasas
pintando y yo aquí mirándote, vos ni cuenta te das que he llegado. Manchas,
solo veo manchas en ese lienzo y a veces frutas y verduras, como ahora, que estas
con la manzanita, la retocas, la miras, la adoras. Vos y la manzanita y yo
tengo hambre
-¿Qué hay de
comer?
-En la heladera esta la comida ¡calentála!.
Y yo te hago caso y me siento a comer solo,
como un perro, va, ni un perro come solo, como el estúpido que soy que te mira
mientras me llevo el primer bocado a la
boca viendo como seguís retocando la maldita manzana, lo único que me falta que
me hayas dejado de postre la misma fruta que te separa de mi como tantas otras.
Me pregunto
porque te casaste conmigo y no con un pintor, si al final somos tan diferentes,
o porque yo no me elegí otra, pero ya está, ahora que le voy hacer.
Tendré que esperar el fin de semana, que vengan tus amistades, todas de la misma
calaña, digo así porque no soporto a ninguna, siempre hablan de lo mismo y yo
quedo pintado como un cuadro, en eso me convertiste ¡en una pintura muerta! o
quizás fui yo el que lo permitió, pero ahora que le voy hacer.
Algo tengo
que decir
–¡Lindo día hoy!- digo a lo que me respondes.
-¡Silencio!
estoy inspirada.- Entonces me colma la paciencia y te digo.
-¡Nena!… ¿porque
no te casaste con otro si tanto te molesto?
-¡No sé qué
te molesta que pinte ahora!- me decís
- ¡Podrías
darme un poco de bola no te parece!
- ¡Me queres decir que te pasa! estas molesto
hoy
-¡Hoy y
siempre! esto no es de ahora, estoy juntando, juntando y ya no aguanto más,
estoy viviendo con un loca que pinta cuadros ¿Sabes lo que podes hacer? quedate
con el lienzo, el pincel, las pinturitas, me voy, así, ¡No te molesto más!
Junto todas
mis cosas, y nada, creí que vendrías, me armarías un escándalo, tenes otra, me
pusiste el cuerno, no nada, esta mujer no existe, sos más fría que un tempano,
camino hacia la puerta y seguís pintando, entonces te digo.
-¡Me estoy
yendo!
-Mira bien
lo que haces, otra como yo no vas a encontrar
-¡NOO Dios
me libre! De encontrar otra igual, sabes que, ahora que te miro bien, como no
me fui antes, no entiendo como llegue hasta acá, quedate con la casa, el auto,
los muebles, todo ¡Pero a mí! No me ves más.
-No decís
nada, seguís pintando, camino hacia la puerta, me detengo, te miro, todo sigue
igual, ya esta, salgo a la calle y camino, tengo un nudo en la garganta, que
estúpido fui, nunca me quisiste.
Un año
después.
Sigo
comiendo solo, pero al menos mejor así y no mal acompañado, por lo menos tú
indiferencia no me lastima.
Que habrá
sido de vos, no supe mas, que estarás haciendo… y pintando que otra cosa, no me
buscaste, no me pediste plata, nada, como si yo nunca hubiera existido, a lo
mejor lo soñé y jamás estuvimos juntos.
Los primeros
tiempos fueron difíciles, el psicólogo me dijo que era el chico de los
mandados, vos una vividora y para finalizar yo un pelotudo.
Nunca más
volví al psicólogo.
Para semana
santa fui a misa, el sacerdote lavaba los pies, igual que Jesús a sus
discípulos, igual que yo te lavé los pies a vos y a toda tu familia, no te hice
faltar nada, trabajaba todo el día, y lo que querías lo tenias, recuerdo cuando
me fundiste, si no te complacía había que aguantarte, cuando andaba con lo
justo y se te antojaron aquellos zapatos caros, tuve que salir a pedir
prestado.
Después cuando andaba mejor vino el viaje a Europa porque tenías que
ir a una exposición, no es que tenga nada en contra del arte, sin embargo me endeude
y fuiste a Paris, trabajaba doble turno para pagar el crédito.
Nunca te
conformabas con nada, siempre me sorprendías con un capricho. Pero yo no soy Jesús,
no se le puede lavar los pies a cualquiera, cuando andaba mal le pedí plata a
tu mamá y como no tenia para pagarle, me puso a lijarle las sillas porque de
alguna manera se las tenía que cobrar.
Pero me las desquite porque cuando me encontré
a la gorda caminando con su bebe en brazos, porque mi suegra siguió teniendo
hijos, yo andaba en mi auto, ya mi situación había mejorado, entonces me hizo
el tiro de que la llevara unas cuadras, y yo me hice el sonso, total el bebe no
le pasaba nada, si iba en brazos, camina gorda dije y así me las cobre.
Me quede con
ganas de romperte algún cuadro, el pincel, desparramarte las pinturas por todos
lados, hubiera estado bueno verte sufrir, pero no se me ocurrió.
Haberte hecho sufrir un rato, aunque me
hubieras odiado después, total no se cual hubiera sido la diferencia si ni me
registrabas, al menos así hubieras tenido algún tipo de sentimiento hacia mí.
No encuentro
la respuesta en ningún lado, fui a hablar con el cura, el cual me dijo que hay
que perdonar, pero perdonar que si no me hicieron nada, ni siquiera eso, ni me
buscan.
Como le
conté lo que le había hecho a mi suegra, me dijo –debiste haberla llevado, no
es así como se comporta un cristiano, seguramente ella se habría dado cuenta tu
don de gente.
-
Pero padre,
si mi suegra siempre se rio porque yo era un pelele al lado de su hija, que me
está diciendo.
También
menciono que estamos casados por iglesia hasta que la muerte nos separe, que
hay que estar juntos en las buenas y en las malas, que hay que comprender, a lo
que yo le conteste,
-Ese es el
punto yo estuve en todo momento, comprendí hasta darme cuenta que no existía
para ella, y en cuanto a lo otro yo no voy a morir así, ignorado, tengo derecho
a una vida sana.
Siguió con
su sermón, lo deje hablando solo, no es que sea un maleducado pero hay cosas
que me superan.
Terminé otra
vez en el psicólogo, a otro porque el anterior nunca más, me dijo este, que yo
generé esta situación, por metido, si, porque siempre quiero solucionarle los
problemas a los demás, que soy omnipotente, que quiero tener todo bajo control, entonces yo le conteste -¡Pero si me tenia cagando! a lo que él me
contesto –Entonces usted no sabe decir que no, usted tiene el si fácil, usted siente
culpa si no puede dar lo que le piden, es una mescla de todo –¡Entonces quien mierda soy! - le dije y me
fui dando un portazo.
Eso es lo
que me pasa, en este año no me puedo encontrar, no sé quien soy, ni siquiera sé
si te quiero, me duele lo que paso, me siento humillado, quizás sea eso.
He decidido
mirar a mi alrededor, quizás encuentre alguna respuesta, me siento en la plaza,
miro los pajaritos, los perritos, los niñitos, no hay nada, todo en perfecto
equilibrio, todo normal, entonces… ¡Yo soy un desequilibrado! ese debe ser el
problema.
Voy al supermercado, en la fila que hacemos
para pasar por la caja, un señor y su esposa, el canasto repleto, lo tiene que
pagar el, seguro, ella empieza a mirar el canasto y gritándole le dice
-¡Pero
miraa! ¡Para que compraste esto, no te
dije que esto noooo! a lo que él le
contesta
-
Bueno, no me di cuenta.
¡Ah noo!,loca, igual, igual que vos, pobre tipo, y
seguramente la va a aguantar toda la vida, sí, eso es, la convivencia, cuando
te encontraste con alguien que te tomo el tiempo, fuiste.
Al menos yo me fui, zafé, no voy a llegar como
este hombre a su edad a que la mujer lo trapee, estas bien o no estás, solo,
pero con la frente bien alta.
Tiempo
después estaba comprando pasajes para irme a una playa de Brasil, quiero
conocer el mar, aunque estoy solo, pero alguien voy a encontrar con quien
hablar, siempre en los viajes la gente se brinda.
Salgo de la agencia y te veo, la vida nos
encontró nuevamente,¡ qué momento! estás allí frente a mí, siempre creí que
volverte a ver seria caótico, pero no, no siento nada, ni siquiera sorpresa, tu
mirada es la de una mujer triste, no es la misma que deje aquel día.
-¿Como estas?
me decís – la primera vez que me preguntas como estoy.
-Bien y vos
¿seguís pintando? – se lo tenía que decir lo tenía bien guardado.
-No, no ya
no
-Que te paso
¿se te termino la inspiración?
-No no es
eso, he estado enferma, y ya no se puede, mis amigos ya no están, se que estuve
mal con vos, no te pido que vuelvas, es más, mi familia te busco para que te
hicieras cargo, pero no te encontró, donde te metiste.
-¡Qué raro!
porque esta ciudad es bien chica, todo se encuentra. Mira, te deseo lo mejor, sabes
nosotros éramos diferentes, eso fue, y yo no lo podía aceptar, ni yo te puedo
cambiar a vos ni vos a mí, uno es como es, ya está.
-Pero ¿ me
vas a ayudar? Necesito plata.
Estuve a
punto de preguntarte de que estabas enferma, cuánto dinero necesitabas, pero
algo me impulso a salir de allí casi corriendo, no quería caer nuevamente en tus
manipulaciones.
No quería caer en mi debilidad de solucionarles
los problemas a los demás, de hacerme cargo de todo y de todos, de sentir culpa
si no lograba verte bien, como si yo tuviera toda la responsabilidad de cambiar
el mundo.
Hay un
límite entre lo que son nuestras responsabilidades y nuestros derechos a ser
respetados, se puede ayudar y después seguir nuestro camino, sin que nada nos
lastime.Oh pero si ya estoy hablando como mi psicólogo.
Viaje,
regresé, fui feliz, tuve una buena vida, supe de vos que tenias depresión, no
estabas tan mal, al menos quería saber de qué se trataba tu enfermedad por si
las moscas y ayudarte de lejos si fuera necesario, pero no hiso falta, tenías
que salir a trabajar, ese era tu problema, y no te gustaba, nunca lo habías
hecho, lo que necesitabas era un idiota a quien manipular para estar bien, y no
encontrastes a nadie, ni siquiera a mí.
fin
Estela
caruso jaeltete