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viernes, 4 de abril de 2014

LA TORMENTA


LA TORMENTA    Solo ficción

La quietud de la tarde se vio empañada por un olor extraño que invadía el ambiente, de pronto vi nuestro gato blanco correr desesperado y esconderse en el lavadero, e inmediatamente unos ruidos en seco que venían de lejos y se acercaban cada vez mas, sin entender corrimos dentro y pudimos observar caer el granizo pegado, formando una sola piedra del tamaño de una naranja. La impresión era tanta que estábamos en silencio y solo podíamos exclamar lo que nuestros ojos veían a través del ventanal, podíamos escuchar con que desesperación la gente con sus autos corrían a resguardarse, pero había sido inútil nadie se lo esperaba, la ciudad era un caos.

Continuábamos viendo a través de la ventana la pila de piedras que se habían juntado y los mas pequeños miraban con gracia, yo imaginaba con que simpleza los niños pueden hacer de una tragedia un momento hasta de alegría diría yo, porque parecían disfrutarlo, es que a su edad el miedo no existe, en cambio a uno el miedo lo ha llegado a paralizar y eso es lo que algunos no entienden, cuando juzgan y dicen porque pasan ciertas cosas, es que a ellos no les paso y no saben lo que es estar en los zapatos del otro.

Las personas que estaban conmigo se fueron a sus casas, aprovechando que dejo de llover, al menos por el momento.

Mientras tanto los niños quieren salir al patio, finalmente lo logran y comienzan a juntar piedras. Por  la radio avisan que estamos en alerta y que nadie salga de sus casa, comienza a llover nuevamente y a soplar viento, grito porque los niños no me hacen caso y no quieren entrar, quieren seguir juntando esas malditas piedras que ya me están dando hastió. Comienzo a arroparlos y me doy cuenta que el viento sopla cada vez mas fuerte y la lluvia es mas intensa, estoy sola con los niños, de pronto ,los golpes en la puerta son desesperantes, es mi hermana Sacha que la mandaron de su trabajo para que este con sus hijos porque se esperan horas criticas. El rio a comenzado a crecer, y hay que prepararse para una posible evacuación .Está lloviendo demasiado, los niños y yo nos abrazamos, Sacha como siempre nerviosa no deja de gritar y de relajarme, ni en momentos como este pierde la costumbre, no se porque la gente en vez de unirse y bajar los humos se pone mas agresiva, si hasta me dan ganas de darle una cachetada pero me contengo. No sé cuánto tiempo paso, nos quedamos allí pensando en que hacer, entonces es cuando observo que por debajo de la puerta, se va deslizando lentamente el agua, es allí que ciento el peligro, que difícilmente saldremos de esto. Ponemos los niños arriba de la mesa, el tiempo pasa tan rápido y uno pierde la noción de la hora, ya se está inundando de apoco   toda la casa.  Sacha preocupada por sus cosas que se le van a arruinar, ella es así en la familia dicen que es cheta, mientras que el resto es humilde y se muestran como son aunque ella también lo es, lo digo en el sentido de que es una trabajadora mas, pero tiene unos humos y aires de niña bien, que no sé de donde los saco. Mientras ella trata de salvar algunas ropas, yo tomo mi cartera y los documentos de todos, ´preparo leche y la pongo en un termo y tomo la mamadera, un jarro, el chupete, todo lo que los niños van a necesitar. Me doy cuenta al tomar unas mantas que las manos me tiemblan, Cortaron la luz, el agua sigue subiendo, lentamente va oscureciendo, prendo unas velas y le digo que de seguir así tendremos que subir al techo, entonces Sacha me dice que escucha que los vecinos se están por ir y que ya llueve menos que les va a pedir que aunque sea le lleven los niños a un lugar seguro.

 Salimos todos juntos, con el agua por la rodilla, ella les grita, se acerca al auto y les pide ayuda pero ellos le dicen que no tienen lugar,-pero los niños, solo los niños por favor- pero ellos se van, ella se queda mirándolos, la veo triste y los ojos llenos de lagrimas, sus amigos, mas que vecinos amigos de toda la vida, de pronto Sacha gira su cabeza como buscando a alguien y dice ¡el padre de los niños! ,si el va a venir a ayudarnos el no nos va a dejar, pero los minutos pasan y nadie viene..esta oscureciendo,yobisna y no se ve nada, dé pronto como un milagro inesperado el camión  aparece en la oscuridad , destartalado, ruido a lata, el motor parece atorarse, como haciendo un gran esfuerzo para andar en el agua y soportando la carga que lleva arriba,  y como Cesar montando su corcel en el planeta de los simios allí esta Rafael nuestro primo , al que Sacha no puede ver  ni en pinturas,  el preocupado vino a socorrernos, pensó en nosotras, era la ultima persona que imaginamos que nos ayudaría y sin embargo esta.

Subimos rápidamente y pobre Sacha se mescla su perfume de Paloma Herrera con el olor a negros, porque así los llama ella a toda esa gente buena que hay arriba, es una cachetada a su orgullo, una patada a su vanidad, va en silencio, cabeza gacha, a mi me da vergüenza ajena, todos comentamos lo sucedido y una mujer dice que vamos a un refugio, que allí estaremos seguros.

 Viajamos casi media hora hasta llegar al lugar, su primo preocupado la ayuda con los niños, ella casi hasta se molesta, allí se encuentra el resto de la familia que llegaron como pudieron, lilian dice que iban a buscarnos cuando se cruzaron con Rafael, que estaban preocupados por nosotros,

 Lilian es otra prima y tiene tres niños, sacha ya no puede mas con su cara de asco.

Trato de alejarme,  me siento sola , realmente no tengo ganas de nada, se ha largado a llover aun mas fuerte y escucho decir que el agua sigue creciendo, pienso que en mi casa, ya no queda nada, las cosas deben estar flotando, imagino cada una de ellas que formaron parte de mi vida , miro a mi alrededor el paisaje es desolador, niños apenas arropados , llorando de hambre y miedo, mujeres cargadas de hijos , ancianos, jóvenes, ricos y pobre, todos iguales, todos juntos en la misma bolsa.

Me acerco a mi familia, discuten con Sacha, ella no se queda atrás, le reprochan por ser así, ah no por Dios yo mejor me voy,¡ se armo! porque  le dijeron puta y  ella les dice borrachos, drogadictos, negros de mierda, no les tiene miedo, ¡ como los enfrenta!, uno de ellos le dice pero si no fuera por estos negros te hubieras ahogado vos y tus hijos, quien te crees que sos,donde está el padre de los pendejos y Sacha sigue y sigue, no se les calla.

 Los veo, los oigo mostrando sus miserias, tomo distancia, si mejor me voy lejos, yo formo parte de esta familia y ahora yo ya no tengo nada que ver con esta historia, solo le pertenece a ellos. Dicen que las cosas por algo pasan, quizás tengan razón, el diluvio en mi familia hace mucho que llego, solo que nos ahogamos en el, ahora quizás ante esta situación limite puedan rescatar algo de ellos

. Alguien pasa con mate cosido caliente, han improvisado una cocina en este galpón viejo de un campo de las afuera de la ciudad, sabroso y calentito, lo saboreamos, lo olemos, es lo más parecido a nuestros hogares que tenemos.

 Ahora los niños juegan, parecen haberse olvidado por un momento de la inundación. Todo cambia en un instante, semanas atrás estábamos conmovidos, emocionados, festejando los acontecimientos del papa, y ya ni nos acordamos , ni tampoco de la visita deTom crouise, es como si  lo de afuera ya no tuviera lugar, solo nos tenemos a nosotros mismos, mirando hacia dentro, buscándonos, tratando de saber como seguir después de esto, quizás sigamos siendo los mismos, pero algo tiene que cambiar, es como si fuera la ultima noche en la que los resentimientos están a flor de piel, pero también la solidaridad, cada uno muestra lo que es, no todos eran tan malos como parecían ,ni tan buenos como creíamos, quizás estas cosas sirven para eso, para que se les caiga la careta a los hipócritas.

Lo  que importa es que estamos juntos, me pregunto que hay de mi, si yo  me tengo a mi misma, creo que me olvide de vivir, mis viejas heridas, las que no puedo curar, mis miedos que no me dejan avanzar, siempre tan correcta y estructurada, sin saber decir no, miro a Sacha y a todos los demás, ellos se pelean, se odian , se quieren, se encuentran, pero son auténticos aun con sus grandes defectos, no puedo decir  que no han demostrado lo que son, en cambio yo callada, mostrando quien no soy, aparentando ser y no ser nada, solo logre estar aquí aislada, observando la vida pasar, si no estuviera no se darían cuenta, daría igual porque no existo, ellos no tienen nada que ver  con lo que me pasa.

Pasaremos la noche y el día siguiente y vaya ha saber hasta cuando, nadie sabe cuando volveremos, esperamos resignados todo lo que vendrá, han traído colchones y ahora casi todos tratan de descansar, sobre todo los niños y ancianos, los colchones en el suelo me recuerdan viejas épocas, en las que solíamos tirarlos en el patio para dormir, porque el calor en las noches se hacia insoportable, ,quedándonos hasta tarde ,hablando, soñando, riéndonos, habíamos compartido el calor, el frio, el hambre y los buenos tiempos, después cada uno fue quien fue, quizás yo me quede en  aquella epoca, quise tener una familia perfecta, sin pensar que son personas que pueden equivocarse, creo que soy yo la que no los acepta.

 Estoy parada en el umbral de una puerta, alguien me dio un cigarrillo, de los que se salvaron de la mojadera, son como un tesoro en tanta ansiedad y angustia, otro hombre se me acerca, interrumpe mis pensamientos, comenta lo que pasa y me dice que la llovizna que esta cayendo es la ultima, mañana saldrá el sol.

Mañana, mañana, todos volveremos a ser quienes somos, como dijo Serrat, vuelve el rico a su riqueza, vuelve el pobre a su pobreza y el señor cura a sus misas, mañana la fiesta habrá terminado.

Mañana, ya nadie se acordará de los inundados.


ESTELA CARUSO
 ES FICCION