Camina coja,
la esquina nos encuentra en la tarde de verano, enfundada en un tapadito de
lana tramada color lavanda con algunos detalles en blanco, el gorro que deja asomar sus cabellos rubios que caen
en su frente dejando ver sus inmensos ojos azules, la carterita colgando de su
brazo y las miradas sorprendidas de algunos, como la mía, que me la llevo en mi pensamiento tratando de saber quien es, y las risas de otros que
no disimulan burlándose de su destino.
Así la veo
todas las tardes cruzándose en mi camino, llegando al teatro donde todos la
conocen porque forma parte de su historia, el escenario la espera como todos los
días, los colores del pasado danzan en su memoria, la sala llena y la ovación
de pie, es amada, admirada, ella con su pierna coja da vueltas y vueltas hasta
caer… como aquel día, que marco su desdicha para siempre, quebrando su tobillo al
igual que su vida.
Ahora, la sala esta vacía, esta vez, el espectáculo no continuó, toma su cartera de cuero gastado y poniéndose de pie como puede... la bailarina comienza el regreso con su pierna coja, el regreso a su lujosa y antigua casa con porton de hierro que guarda celosamente todos sus secretos, el regreso de la mujer en la tarde detenida en el tiempo,del que nunca mas volvio.
Ahora, la sala esta vacía, esta vez, el espectáculo no continuó, toma su cartera de cuero gastado y poniéndose de pie como puede... la bailarina comienza el regreso con su pierna coja, el regreso a su lujosa y antigua casa con porton de hierro que guarda celosamente todos sus secretos, el regreso de la mujer en la tarde detenida en el tiempo,del que nunca mas volvio.